¿Te has parado a pensar cuántas veces al día utilizas el agua? Cuando te duchas, cuando riegas tus plantas, cuando pones la lavadora o el lavavajillas, o cuando bebes. Son solo algunos ejemplos que ponen en evidencia la importancia del agua en nuestro día a día. ¿Eras consciente?
Con estos datos que nos proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS) es fácil darse cuenta de cómo el agua influye en nuestra vida y hasta qué punto es imprescindible:
- En el año 2015, el 71% de la población mundial utilizaba un suministro de agua potable gestionado de forma segura (ubicado en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y no contaminado).
- 844 millones de personas no tienen un servicio básico de suministro de agua potable.
- El agua contaminada puede transmitir diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea y poliomelitis.
- Más de 502.000 muertes al año por diarrea se producen por la contaminación del agua potable.
- En el año 2025, se espera que más de la mitad de la población del mundo viva en zonas de escasez de agua.
Son datos sorprendentes y desalentadores. ¿Qué te dicen a ti?
El agua en nuestro cuerpo
Estamos hechos, sobre todo, de agua. En realidad, al nacer, un bebé tiene hasta un 80% de agua en su cuerpo; en las mujeres adultas el porcentaje es de entre un 55 y un 60%, y en los hombres adultos de un 60%. Pero, además, el agua no solo compone nuestro cuerpo sino que cumple importantes misiones como las siguientes:
- Limpia los riñones de sustancias tóxicas
- Aporta humedad a la boca y a los ojos
- Mantiene la temperatura del cuerpo
- Transporta, a través de la sangre, oxígeno y alimento
La deshidratación puede producir síntomas como mareos, dolor de cabeza, cansancio y nerviosismo y, en casos extremos, la muerte. ¡Hasta este punto llega nuestra dependencia!
¿Dónde está el agua que consumimos?
A simple vista podemos pensar que el agua está en los ríos, en el mar, en los embalses o en los pozos, pero hay que tener en cuenta varias cuestiones. Si accedemos al informe de la UNESCO “Agua para todos, agua para toda la vida”, podemos leer que el agua cubre gran parte de la Tierra, pero solo el 2,53% es agua dulce, además, 2/3 del agua dulce está congelada en glaciares o en lugares con nieves perpetuas.
Junto con lo anterior, no podemos olvidar que existe un problema muy importante que afecta al agua y que es la contaminación. Por ejemplo, no se sabe bien cuánta basura hay en nuestros océanos, pero la Agencia Europea del Medio Ambiente estima que cada año 10 toneladas de basura van a parar al mar. ¡La cifra no necesita más explicaciones! ¿Sabías que entre los elementos más contaminantes están los plásticos (bolsas y botellas, sobre todo)?
En cuanto al abastecimiento, la lluvia es nuestra principal fuente de agua. Generalmente, el ciclo es el siguiente: el agua se evapora del suelo y de las plantas hacia la atmósfera y luego se precipita sobre la Tierra y se distribuye a través de ríos, lagos y humedales. Sin embargo, las precipitaciones pueden variar mucho de unos lugares a otros, lo que produce enormes problemas de escasez de agua en lugares como África, donde gran parte del territorio es árido. Descubre la historia de Sauda Hamid y lo que tiene que hacer cada día para obtener agua cada día y el trabajo que realizamos con el agua.
¿Cómo ahorrar agua en casa?
Tal como habrás podido ver, el agua es un recurso escaso, por lo que está en nuestras manos cuidarlo y no malgastarlo, y tú puedes tener un papel fundamental en ello, solo es necesario concienciarse y adquirir hábitos como los que te vamos a contar a continuación. ¡Empieza ya!
- Cuando utilices electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas hazlo con programas ecológicos, cortos y a plena carga. Además, si compras electrodomésticos fíjate en la etiqueta energética para comprar el más eficiente.
- Cuando utilices grifos en la cocina o en el baño, si quieres evitar que salga mucha agua utiliza reductores de caudal: son fáciles de instalar y necesitan un mantenimiento mínimo.
- En el inodoro utiliza cisternas de doble carga que reducirán el uso del agua porque se adaptarán a cada caso, y evita tirar toallitas u otros elementos que puedan atascarlo y hacer que se utilice más agua.
- Aunque parezca obvio, ¡acuérdate de cerrar los grifos! Es importante evitar que existan pérdidas de agua innecesarias. En este sentido, vigila también que no haya fugas en el sistema de saneamiento.
- Esto se ha dicho muchas veces, pero no nos cansamos de repetirlo: dúchate, no te bañes, ahorrarás agua y reducirás el consumo de luz o de gas.
¡Cambiar un poco nuestros hábitos diarios es fácil! Basta con irlos introduciendo uno a uno y, sin darnos apenas cuenta, los habremos ido incorporando a nuestro día a día!
La importancia del agua durante las crisis humanitarias
El agua no solo es importante en nuestra vida diaria, sino que en caso de crisis humanitaria se convierte en algo fundamental. Una crisis humanitaria derivada de un desastre natural (terremoto, inundación, tifón…) o de un conflicto bélico, entre otras causas, puede agravarse cuando se añade un problema de escasez de agua. En este tipo de situaciones el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene son esenciales para evitar agravar la crisis con enfermedades.
El agua es esencial tanto para el buen funcionamiento de nuestra vida como para la de nuestro entorno. ¿Te apuntas al reto de cuidar este bien escaso? ¡Puedes empezar desde hoy mismo! ¿Por qué esperar un día más?
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