97 muertos y más de 360 heridos, muchos de ellos civiles, es el balance de los combates que estallaron el sábado en Sudán entre el ejército gubernamental y el grupo paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La capital, Jartum, se ha visto especialmente afectada. La comunidad internacional pide el alto el fuego.
Marco Guerra – Ciudad del Vaticano
Por un lado el general Abdel-Fattah Burhan, comandante de las fuerzas armadas, y por otro, el general Mohammed Hamdan Dagalo, jefe del grupo paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido. Estas son las dos facciones que luchan desde el sábado por el control de Sudán.
Una lucha por el poder
Los dos generales son antiguos aliados que orquestaron conjuntamente el golpe militar de octubre de 2021 que descarriló la transición democrática hacia la que se encaminaba Sudán tras el largo mandato del autócrata Omar al-Bashir, depuesto en 2019. Se registraron violentos enfrentamientos en la capital, Jartum, en el aeropuerto internacional, en la ciudad de Omdurman y en otros lugares, incluso con vehículos blindados, aviones y fuego de artillería. Tanto el ejército como las fuerzas dirigidas por Dagalo afirman tener el control de posiciones estratégicas y de los palacios del poder en Jartum y en otros lugares de la provincia. Pero se trata de afirmaciones que no pueden verificarse de forma independiente.
Violencia a pesar de los corredores humanitarios
Ambas partes no están dispuestas a negociar. El ejército de Burhan ha exigido el desmantelamiento de la Rsf, calificada de “milicia rebelde”. Por su parte, Dagalo ha descartado las negociaciones y ha pedido a Burhan que se rinda. Khalid Omar, portavoz del bloque pro- democracia, advirtió que la violencia de los últimos días podría conducir a una guerra y al colapso del país. Ayer por la tarde, el ejército sudanés y los paramilitares se dijeron disponibles a una apertura momentánea, de tres o cuatro horas, de corredores humanitarios solicitados por la ONU, al tiempo que se reservaban el derecho a responder al fuego del bando contrario. De hecho, sólo una hora y media después de que este acuerdo se difundiera por los canales sociales, los disparos comenzaron de nuevo.
La misión “inmediata” de la Unión Africana
La diplomacia internacional está insistiendo en un alto el fuego incondicional. Estados Unidos, la UE, la ONU y la Liga Árabe instan a las partes a detener los combates. En la misma línea está la Unión Africana, cuyo jefe, Moussa Faki Mahamat, irá “inmediatamente” a Sudán para instar al ejército y a los paramilitares a que acuerden un “alto el fuego”. Así se desprende de un comunicado adoptado ayer por el Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la misma UA sobre la situación en el país, con el anuncio de su propia “misión sobre el terreno”.
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