MIAMI, Florida – A los 37 años, Christian Bolaños del Deportivo Saprissa sigue fuerte. El experimentado mediocampista está entrando en su año 21 como profesional después de debutar a la temprana edad de 17 años con Saprissa, y el destino le da la oportunidad de volver a enfrentar a Pumas UNAM.
Bolaños y Saprissa se enfrentarán a Pumas en los octavos de final de la Liga de Campeones Concacaf Scotiabank 2022, casi 17 años después de que un joven Bolaños y el Monstruo Morado lo hicieron en la final de la antigua Copa de Campeones Concacaf 2005.
Con solo citar esa gran final le trae muchos recuerdos a Bolaños, incluido su casi transferencia al rival de la histórica final.
“Nos enfrentamos a los Pumas dirigido por Hugo Sánchez en ese momento y yo era un jugador muy joven. Tenía muchas ganas de jugar dos partidos muy buenos para que pudieran verme y salir al extranjero. Jugué muy bien, ganamos y pude marcar en el partido de ida en el Estadio Saprissa”, dijo Bolaños en una entrevista con Concacaf.com.
“Después de la serie, hubo negociaciones porque Sánchez (Hugo) me quería traer a Pumas. Al final nunca se llegó a un acuerdo económico, pero tengo muy buenos recuerdos de esa serie. Tal vez tuve la oportunidad de ir a jugar con ellos (Pumas); nunca pasó, pero así es el fútbol”, agregó Bolaños.
Una lesión del capitán del Saprissa, Walter Centeno, abrió el camino para que Bolaños fuera titular en el partido de ida. Con solo 20 años en ese momento, el ahora jugador de 37 años aprovechó su oportunidad al darle al Saprissa una ventaja de 1-0 en la primera mitad.
“Recuerdo que fue un gol que salió de una jugada muy trabajada en la que tuve la oportunidad de rematar. Llegué allí cómodamente para disparar. En ese momento el estadio tenía una superficie artificial, por lo que cuando disparé, rodó rápido y fue difícil para el portero. El balón se coló por el ángulo derecho, pero lo que recuerdo es que el estadio gritaba ‘gol’ porque yo no lo vi. El defensor me golpeó y me tiró al suelo, así que solo cuando escuché el estadio supe que era un gol”, recordó Bolaños.
Foto de archivo del primer gol del Deportivo Saprissa anotado por Christian Bolaños contra Pumas UNAM el 4 de mayo, 2005 en la final de la Copa de Campeones Concacaf.
La pelota que ondeaba en el fondo de la red produjo uno de esos rugidos ensordecedores exclusivos del legendario Estadio Saprissa de Costa Rica. Marcó la pauta para el resto de la noche, ayudando a Saprissa a concretar una victoria por 2-0 en el partido de ida.
“En nuestro estadio, que se conoce como ‘La Cueva’, es una instalación que está muy cerca de la cancha. Nuestros aficionados apoyan mucho, sientes el calor que sale de ellos. En esos grandes partidos, sobre todo en una final, se nota que la afición lo vivió intensamente y nos ayudó mucho. El ambiente es único. Es especial”, expresó emocionado Bolaños.
Faltaba por jugarse el partido de vuelta en la Ciudad de México, pero un contraataque en la primera parte rematado por Ronald Gómez y una gran actuación del guardameta José Porras, además de algo de buena fortuna, permitieron al Saprissa lograra una victoria histórica en el marcador global por 3-2.
“Cuando fuimos a México, sabíamos que nos iban a atacar y que iba a ser muy difícil. Porras (José Francisco) hizo varias atajadas milagrosas, el balón pegó en el poste. Pumas estaba encima de nosotros, pero la suerte estaba de nuestro lado. Hicimos un partido inteligente, logramos un buen contragolpe y marcamos, pero aún tuvimos que sufrir hasta que el árbitro pitó el final. Recuerdo que ambos partidos fueron muy intensos y reñidos”, manifestó Bolaños.
Bolaños, logró anotar otro decisivo gol más tarde ese año en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en la que los ticos terminaron en tercer lugar. Cuando Bolaños reflexiona sobre esa época, siente que fue como si los planetas se alinearan para producir algo mágico para el club.
“Creo que fue un momento dorado para el club y para el fútbol costarricense. Teníamos un equipo lleno de jugadores importantes que tal vez no tuvieron tanta oportunidad de salir al extranjero como ahora, así que continuaron jugando en Costa Rica. Para nosotros, los futbolistas jóvenes, era una oportunidad de demostrar por qué estábamos en el primer equipo. Esa mezcla de juventud con experiencia y calidad en ambos hizo que todos complementaran a todos.”
Equipo del Deportivo Saprissa, de Costa Rica ganador del tercer lugar en el Mundial de clubes, Arriba (de izquierda a derecha): José Francisco Porras, Ronald González, Víctor Cordero, Gabriel Badilla, Randall Azofeifa, Álvaro Saborío y Rónald Gómez. Abajo: Wálter Centeno, Christian Bolaños, Try Bennett y Jervis Drummond.
“En el cuerpo técnico teníamos como entrenador a Hernán Medford, que conocía muy bien el fútbol mexicano. Óscar Ramírez era su asistente, así que teníamos un plantel que podía enfrentarse a equipos mexicanos en Concacaf y luego en el Mundial de Clubes eso también se pudo ver”, subrayó Bolaños.
Christian Bolaños a la derecha observa el festejo del entrenador Hernán Medford en el Estadio CU en la Ciudad de México el 11 de mayo, 2005. (Fotos José Anonio Pastor)
De cara a los octavos de final en la Liga de Campeones Concacaf Scotiabank, Bolaños es un jugador veterano inteligente que liderará a un equipo joven de Saprissa en la serie contra Pumas.
“Creo que es una oportunidad maravillosa. Tenemos un equipo muy joven en el que se han incorporado muchas jóvenes promesas. Soy el único remanente de ese equipo de 2005. Soy uno de los capitanes, así que lo voy a vivir de una manera diferente, tratar de dar ideas a los jugadores jóvenes, contarles lo que significa ese juego, su significado y lo que es enfrentar a un gran equipo mexicano. Tenemos que ser serios y prepararnos de la mejor manera posible. Sabemos que va a ser una serie muy fuerte, pero es fútbol y entonces los dos equipos tienen posibilidades”, concluyó Bolaños.