La dieta BARF para perros (acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food), se basa en darle a los perros, gatos y otras mascotas alimentos crudos, ya que, según sus creadores, este tipo de comida les aporta nutrientes que los alimentos para perro procesados no tienen.
Esta dieta, también conocida en español como ACBA (Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada), fue creada por el veterinario australiano Ian Billinghurst partiendo de que el perro es descendiente directo del lobo, estas dos especies comparten un 99.8% de sus genes y su sistema digestivo es casi el mismo.
Los defensores de la dieta BARF argumentan que mantener un régimen natural similar a su dieta evolutiva puede beneficiar la salud y longevidad de los animales, por lo tanto, el objetivo es crear una alimentación similar a la que tendrían en estado silvestre ofreciéndole a la mascota huesos carnosos, carne magra, órganos, vísceras, frutas y verduras, todo esto crudo.
Ingredientes y cantidades de la dieta BARF para perros
La dieta BARF está diseñada para que los animales adquieran todos los nutrientes posibles de forma balanceada, así que una alimentación de este tipo está compuesta de:
- 60% huesos carnosos.
- 20% carne magra o pescados.
- 10% vísceras y órganos.
- 10% frutas y/o verduras.
Además de estos porcentajes, esta preparación también puede complementarse con alfalfa, Kelp, aceite de pescado, yogurt natural o tripa verde para agregar un mayor valor nutrimental.
La cantidad de alimento varía mucho, ya que depende de factores como la raza del perro, la edad, el tamaño, la actividad física y su peso, por ejemplo, un Chihuahua de un año que pesa 2 kilos y con mucha energía requerirá una mayor cantidad de alimento BARF que un Labrador de 6 años que pesa 50 kg y duerme mucho en el día.
¿Qué alimentos utilizar en la dieta BARF para perros?
Huesos carnosos
Estos componen el 60% del plato porque son una gran fuente de energía para el perro, aportan proteínas, grasas y calcio, entre otras vitaminas y minerales. Los huesos crudos y carnosos se refieren a cualquier parte del animal donde el hueso es medianamente blando.
En las dietas BARF se hace especial énfasis en que los huesos deben estar crudos ya que cocinarlos hace que pierdan su humedad natural y se astillen con facilidad, lo cual puede ser peligroso para el tracto digestivo de las mascotas. Por el contrario, cuando el perro mastica los huesos crudos, los ablanda y forma una pasta de fácil digestión.
Se recomienda que para introducir a las mascotas a la alimentación BARF las primeras veces los huesos deben estar triturados, ya que el perro aún no está acostumbrado a masticarlos y su organismo también debe adaptarse.
Algunos huesos carnosos que suelen utilizarse en la dieta BARF son:
- Alas de pollo o pavo
- Cuellos
- Carcasas de aves o conejos
- Faldas de ternera
- Costillas de ternera
- Muslos de aves o de conejo (con carne)
La variedad es importante para una nutrición completa.
Carne magra o pescado
Al igual que los huesos, la carne magra dentro de la dieta BARF también debe estar cruda. Los expertos en este tipo de alimentación recomiendan que de preferencia sea carne orgánica y lo más fresca posible; sin embargo, para conservarla puede congelarse sin ningún problema.
Algunos cortes ideales para perros son:
- Filete, pecho o pescuezo de res.
- Pechuga de pollo, pavo o pato.
- Costillas de res, cerdo o ternera.
- Lomo de conejo.
Por otro lado, el pescado también suele incluirse dentro de esta alimentación por su aporte de ácidos grasos y omegas, sólo hay que cuidar que no tenga espinas.
Algunos pescados que pueden comer los perros son:
- Salmón.
- Atún.
- Sardina.
- Anchoas.
- Truchas.
- Bacalao.
- Caballa.
Vísceras y órganos
Estos componentes de la dieta también deben estar lo más frescos posibles y tener una procedencia de confianza. Los órganos y vísceras ideales para la alimentación de las mascotas son:
- Corazones de pollo, res, cerdo o conejo.
- Hígado de pollo, ternera o res.
- Mollejas de pollo.
- Riñón de res o pollo.
Frutas y verduras
Dentro de la alimentación BARF las frutas y verduras se encuentran en menor medida porque los perros no son herbívoros, antiguamente los aportes nutrimentales de los vegetales los obtenían del estómago de sus presas que los consumían.
Algunas verduras que pueden comer los perros son:
- Espinaca.
- Zanahoria.
- Lechuga.
- Apio.
- Acelga.
- Pimientos.
- Pepino.
Por otro lado, también se incluyen frutas en la dieta, pero deben consumirse con moderación por su contenido de azúcar. Las frutas que pueden comer los perros son:
- Manzana.
- Pera.
- Papaya.
- Plátano.
- Durazno.
- Mango
- Melón.
Tanto las frutas como las verduras deben ir crudas y molidas.
Puede que este régimen alimenticio para perros suene muy complicado de preparar por todas las equivalencias que hay que hacer y el tiempo de preparación, pero existen dietas BARF ya preparadas que puedes adquirir en diversos lugares donde venden alimentos y productos para perros.
Después de toda esta información es posible que te preguntes “¿entonces no es malo que mi perro coma carne y huesos crudos?” Los defensores de esta alimentación afirman que el estómago de los perros es capaz de digerirlos sin ningún problema y como sus intestinos son cortos no corren peligro de putrefacción, pero el riesgo está en las bacterias o parásitos que puedan ingerir por comer carne cruda que no sea de calidad.
Lo más recomendable es que antes de cambiar la alimentación de tu mascota consultes a un veterinario para que te oriente sobre cuál es la mejor opción para tu perro
¿Le darías a tu perro alimentos crudos? Coméntanos abajo tu opinión, y si tu mascota ya consume la dieta BARF cuéntanos tu experiencia. Escribenos a ondaticaonline@multimediosgyg,co,cr